HURGENCIO

Muñecos hechos de retazos

Arte de exivir en tu mochila, ropa, cuarto, donde lo quieras poner...

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JulioCesar

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Liu-Sheng Cali
COLOMBIA



Muñecos ya VENDIDOS 2








Publicacion www/ELPAIS/paisonline

NADA NUEVO BAJO EL SOL

Según el psicólogo Augusto Pérez Gómez, PHD, asesor de la OEA para América Latina en el tema de juventud y drogadicción, el fenómeno de los emo no es completamente nuevo, salvo que ahora reviste formas extremas.

Pérez explica que en el Siglo XIX los llamados ‘petimetres’ (del francés ‘petits maîtres’, una forma despectiva de referirse a los ‘maestricos’ de la moda) se distinguían por su sensibilidad, sus comportamientos lánguidos y supuestamente melancólicos, sus gestos y maneras ‘afeminadas’, en terminología de la época.




“Los emo son una versión computarizada y caricaturesca de los petimetres. De hecho, si fueran auténticos en su oda al suicidio ya habrían desaparecido todos”, explica el especialista. Respecto al suicidio, Pérez Gómez duda que los mitos en torno a los Emo y su supuesta oda al suicidio pueda llegar a convertirse en un problema para la ciudad.

“A mí me parece que es más que todo una expresión de la necesidad de identificarse a sí mismos y con otros, en términos de una gran sensación de abandono. Probablemente su desesperanza es real, pero les encanta ser observados y victimizarse pues eso les permite reafirmar su supuesta incapacidad para soportar la vida”, afirma. Y añade de forma tajante: “Si nadie les dirigiera una mirada, desaparecerían en pocos meses”.

Según Pérez Gómez, la automutilación apareció en forma casi epidémica entre los jóvenes ingleses hace unos doce años, y fue asociada con trastornos de personalidad limítrofe. Señala que rara vez estos grupos juveniles, o ‘tribus urbanas’ practican auténticas mutilaciones (cortarse una mano, sacarse los ojos, amputarse una pierna).

“Son más bien heridas superficiales y poco significativas, que son exhibidas como trofeos y que los hacen sentirse ‘extremos’, porque son heridas feas y relativamente impresionantes. Yo no sé si quieren decir algo, los casos que conocí personalmente en Inglaterra eran de personas con muchos y muy serios problemas, que se habían refugiado en una marginalidad caracterizada por el abandono. Quizás a los emo les pasa lo mismo, pero creo que hay mucho de exhibicionismo en todos estos casos”, afirma el experto.

“En Europa hubo una oleada de autoflagelación entre 1993 y 1996. Se caracterizaba especialmente por cortes en los brazos, las piernas y el pecho con cuchillos afilados. Si nos vamos más atrás, hay miles de ejemplos asociados a creencias religiosas, que incluyen autocastración, autocegamiento con agujas y otros comportamientos graves. Lo que he oído, pero que no me consta, es que los emo se hacen heridas sin consecuencias importantes”.

Lo que sí resulta preocupante para los expertos es que, en el caso de los emo, al igual que en otras tribus urbanas, existe un alto riesgo de adicción a las drogas “Son candidatos perfectos para el uso de tranquilizantes, alcohol, heroína, marihuana e inhalables”, asegura Pérez.

Dice, además, que los padres deben dejar de excusarse. En cambio, es hora de pensar que a su hijo (a) le está pasando algo que es imprescindible tratar de comprender.


“Hay que ayudarlos, apoyarlos y tratar de darles lo que sus padres tal vez nunca supieron: atención, tiempo, afecto... Todo lo simple y despreciado por la sociedad de consumo...”.







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